miércoles, 14 de septiembre de 2011

DE NUEVO SOBRE LOS RECORTES DE EDUCACIÓN

iGNORANCIA






            El despiste o ignorancia de los periodistas de la derecha española sobre las horas de los profesores de secundaria y lo que significan los recortes que ha efectuado Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid me dejan preocupado. Si ese mismo despiste que he tactado se extiende a las noticias importantes de cualquier hecho o acontecimiento, mi confianza en la prensa, de derecha o izquierda, me deja el amargo sabor de mi falta de confianza en su información. Aquí me refiero a la prensa de la derecha porque es la que defiende,  con enorme torpeza, los recortes de la Presidenta. Y la Presidenta erre que erre. Yo no soy periodista, pero, con franqueza, es la carrera que me hubiera gustado  cursar y que, por motivos económicos, allá por los años cincuenta del pasado siglo, no pude efectuarla, y me conformé con mi licenciatura en Filosofía Pura.  Luego mi dedicación a la docencia en pequeñas ciudades me lo imposibilitó. Por eso me encanta el periodismo y, por encima de todo, estar informado en profundidad sobre lo que voy a hablar o escribir. Viene a  colación por las distintas tertulias que he seguido en la tv6 y en el programa “Noria” de la 5ª. Después de los distintos puntos de información sobre el tema que dio la  cadena –la 5ª-, escuché un debate, donde los  periodistas conservadores hablaron de todos los desmanes que había cometido el PSOE, pero casi nada sobre lo negativo de los recortes de la  señora Aguirre, que era el contenido temático. No reconocían la desvergüenza de la Presidenta llamando vagos a los profesores, su ignorancia sobre lo que era la labor profesoral en la secundaria y la importancia de los interinos; miles de ellos irían a la calle, algunos con muchos años de servicio, sin ninguna compensación. Tuvieron la osadía de afirmar, a grito vivo, que antes Zapatero había recortado la docencia cuando les rebajó un 5% de su sueldo. No se acordaban, en su soberbia, que el propio Aznar ya nos congeló el sueldo en el principio de su mandato y la ratio por alumnos se convirtió en un disparate. Pero una cosa es que los españoles  contribuyan a la crisis y otra distinta es que se efectúen recortes en la labor profesoral y los pongan de patitas en la calle. Ignoran que ese recorte significan una subida de la ratio –por tanto una enseñanza masiva y más precaria- y que más de un profesor numerario impartirá clases de otra asignatura que no domina y, además, con el  cabreo que significa para un numerario impartir clases que no sea de la especialidad por la que ganó las oposiciones. Para eso estaban los interinos. Pero es que, además, ese bilingüismo del que alardean se resentirá, así como profesores de apoyos, guardias, bibliotecas, etc.  Pero estos señores –algunos de ellos- llegaron a afirmar que era hasta un hecho positivo, porque la enseñanza la impartirían tan solo numerarios, pensando -qué estupidez-, que un numerario es más fiable que un interino, hecho bastante discutible. Hay interinos -y muchos- que imparten su clase con más suficiencia y dedicación que un numerario. Y lo digo por experiencia personal. He dirigido un centro de Enseñanza donde todo el profesorado era interino, menos el de Dibujo, y los resultados en las pruebas de Selectividad eran muy superiores a las de centros con muchos numerarios.. No hay más que ver- si quieren- que mirar las actas de esos años de mi centro y comparar. . Pero es que, además, estos gritones que se iban por las ramas desconocían las horas de Claustro, de reuniones con padres, de tutorías con alumnos, las de preparación de clase y las inacabables de corrección de ejercicios y de evaluación. Y no les importaban que los recortes se efectuasen sobre estas tareas, como si no fuesen fundamentales en el desarrollo docente. Un desconocimiento tal de lo que significa la labor profesoral que mi asombro me llegaba hasta la punta del pelo. Y esto lo sostenían  a base de gritos y falsedades , poco propias de personas que han ocupado un puesto importante en los gobiernos del PP. Su demagogia, soberbia y empecinamiento me dejaban sobrecogido. Y el moderador sonriendo, sin atreverse a mostrarle, con energía, que ese no era el tema que se estaba discutiendo. Ellos iban a tumba abierta  dispuestos a no reconocer, de ningún, modo los recortes de Esperanza Aguirre.  Y se agarraban a lo que fuere. No es la primera vez que el moderador muestra esa debilidad con la derecha y siento testificarlo una vez más. Para otros, la eliminación de interinos era, además, casi un feliz acontecimiento para la docencia. Era como una rémora de la que había que desprenderse. Y como los anteriores, pensaba que la docencia sin ellos adquiriría más peso, más solvencia. Y de bajar de nivel, ni mucho menos. Otros que no saben lo que dicen, ni el terreno que pisan. Pero en la enseñanza privada, sus profesores son licenciados,  como el personal interino de los Institutos, y la docencia de estos centros privados sí que es alabada y prestigiada, a pesar de que no existe ese criterio de selección , que es la oposición, en la elección de sus profesores. Pero ahí  no habrá recortes, ni expulsiones de profesores. Es natural: es la amada docencia de los conservadores, donde acuden sus hijos, prestigiada por el símbolo de lo religioso, aunque muchos de esos colegios de religiosos hayan sido potenciados por un depravado y sensual. Pero punto en boca. Esta enseñanza es intocable. Pero es lo que hay. Es la realidad docente en este país que, a boca llena, se llama demócrata. Pero les cuelan unos goles...Yo lo lamento porque se la machaque con tanta sevicia. Porque fui interino hasta los 47 años y me negaba a opositar. En la época de Suárez, luchamos hasta el límite por no ser funcionarios y por convertirnos en profesores  con contrato laboral, como cualquier trabajador. Y ganamos votaciones en ese sentido. Pero como no estaba en la ley de la Función Pública...Y en la disyuntiva a donde nos condujeron, para no vernos en la calle, tuvimos que optar, con gran dolor de nuestro corazón, por convertirnos en  numerarios. Es una pena tener que recordar hoy eso. Pero ante los desmanes de la señora Aguirre, es lo que toca, amigos. 



viernes, 9 de septiembre de 2011

LA AVANZADILLA DEL PP COMIENZA CON REBAJAS EN LA EDUCACIÓN

            Este es el aperitivo. Luego vendrá mucho más. Pero Rajoy no se inmuta. Deja que sus subordinados hablen, pero él  mira a otro lado.. Bueno, sí, ha hablado para comunicar que bajará impuestos a los empresarios para  crear empleos. Y hablan en el PP-me refiero al bocazas de uno de sus portavoces, el inefable Esteban González Pons-  de la creación de nada  menos que de 3.5000.000 empleos. Como el que fabrica rosquillas. Y nadie se explica su exuberante fantasía. Esto para empezar; para que los ojos de los parados españoles se  llenen de estrellas. ¿Lo habrán tomado en serio?  Como piensan que las elecciones de noviembre ya las tienen en sus bolsillos... Así de claro. Pero los ”tontitos” españoles ¿se  lo habrán creído? Ellos, los de PP, no van a colocar en su programa lo de cobrar impuesto a los ricos, a sus grandes fortunas. ¿Cómo resolverán esta contradicción?  Claro, claro, a base de recortes que afecten a la gran masa, incluso a la menos favorecida, porque a las grandes fortunas, a los empresarios de importancia, ni tocarlos. Y han comenzado con el sector de la Educación, un sector que debería ser considerado intocable, porque es uno de los pilares básicos de un país. Claro, me estoy refiriendo a la Enseñaza estatal, no a la privada, no a los colegios de religiosos donde se educan  la crema, los hijos de la  encopetada clase de este país. Pues a estos colegios de  primaria, básica y de secundaria, a donde acuden los hijos de la clase baja y media española,  han comenzado a meterle las tijeras. La  elocuente  Presidenta de la Comunidad de Madrid, a la vista de sus comentarios  desfavorables sobre el profesorado, por no llamarlos insultos, ha dado una muestra más de su gran ignorancia sobre el tema. Poco menos los ha tachado de vagos y que la mayoría de los madrileños trabaja más que ellos.  La ignorante Presidenta-al menos en esa materia- no sabe que la jornada de un profesor supera las 37 horas semanales, a lo que hay que añadir las horas de preparación de clases, de  corrección de ejercicios, de lectura de libros, que cada profesor responsable efectúa en su propio domicilio . ¿Cuántas horas a la semana, señora Esperanza  Aguirre, le dedica un profesor, tanto funcionario como interino, a su docencia? Para no ser menos ignorante- también, al menos, en esa materia-, la señora Botella, la esposa del que fue Presidente del Gobierno, el de la guerra de Irak, el amigo de Buss, el que colocaba sus pies sobre la mesa del recibidor, a imagen de su colega americano, también manifestó que cualquiera de los funcionarios del Ayuntamiento de Madrid trabajaba bastante más que un profesor. Y se ha quedado tan fresca. Claro, se referiría, supongo, a los profesores estatales, no a los de los colegios religiosos de la privada, como los de los Legionarios de Cristo Rey, de su admirado y querido Maciel. También la Cospedal ha pensado en esos recortes y otros muchos  para eliminar la inmensa deuda que el anterior Presidente de la Comunidad manchega, el Sr. Barrera, parece  que le ha dejado. Es el principio de lo que se nos viene encima, siempre a la sufrida clase media, sobre cuyas espaldas se cargará este marrón, como siempre sucede. Lamentable. Pues volviendo a lo docente, se pretende imponer más horas de clase al profesorado, evitar los desdobles de grupos y reagrupar alumnos. Grupos de  quince o veinte alumnos, convertirlos en treinta o cuarenta. Si se había logrado ratio de alumnos razonables, donde se podía trabajar con ellos hasta individualmente y  con un rendimiento escolar excelente, ahora volvemos a grupos donde esa labor no puede efectuarse. O sea, clases masificadas y, lo que es peor: que profesores titulares de Lengua o Historia, impartan grupos de otra especialidad, prescindiendo de un personal interino, especialista en esas materias, que tanto ha ayudado a la prosperidad y al desarrollo docente de este país.. Serán miles de interinos los que morderán la amargura del paro, muchos de ellos con muchos años de servicio en  esa Comunidad. Es a otra de las injusticias a la que lleva estos irresponsables recortes. Es decir, cuando íbamos emergiendo hacia una enseñanza más racional y de provecho, retornar al pozo del fracaso escolar, a la ingobernabilidad  docente, al desconcierto en la clase, al rendimiento negativo, a volver  a acercarnos a la cola docente en el panorama europeo. La Educación es el cometido más importante, junto con la Sanidad, de un país, donde se forman sus ciudadanos, la base de su futuro y de su prosperidad. Hay que cuidarla, que mimarla y todo lo que se dedica a Educación, es trabajar por su prosperidad y desarrollo... Cuando iba dando fin a estos pensamientos, me entero que la señora Esperanza Aguirre, a la que no le quito el adjetivo de ignorante, ha rectificado y reconocido  que sus palabras fueron poco afortunadas. De haberlo sabido, no hubiera ofendido, de modo tan lamentable, al profesorado. Sin duda que le habrán advertido de su error  monumental y su despiste en materias de docencia y sobre la labor del profesorado, y no ha tenido más remedio que desdecirse y acudir al sabio romancero, aquel que dice “El que tiene boca se equivoca”, pero no ha dado marcha atrás en lo de la reducción de grupos y  en lo de aumentar las hora de clase al profesorado numerario. Sí ha arremetido contra el señor Rubalcaba –es una de las consignas de los varones del PP-, al que considera  el “responsable máximo del deterioro de la Educación  en España., porque todas las leyes “que ha degradado” la docencia española son responsabilidad suya. Por eso ella quiere elevarlo, aumentando la ratio de alumnos por clase, masificándola y eliminando al profesorado interino en buena parte. Medida sabia sobre uno de los pilares de un país. No es raro y sí muy natural el desconcierto que ha provocado en todas las Asociaciones de Padres de Alumnos y su repudio por tan calamitosa decisión. Yo, como viejo profesor, ya jubilado –a punto de cumplir ochenta años- no puedo menos que lamentar esa cacicada que nos devuelve a mis años de profesor de los años sesenta, cuando llegué a impartir hasta veinticuatro horas de clase. Pero ya ha llovido desde entonces y hace muchos años que las horas lectivas no superaban las 18 semanales en la Enseñanza secundaria. Como cualquier pasado fue mejor, ella trata de rescatar los insufribles viejos tiempos y reducir gastos que irían a otras partidas que ella y sus consejeros sabrán, y dudo que sean más importantes que la  Educación. Espero que los españolitos tengan en cuenta esos recortes sobre lo que más duele a un país en las próximas elecciones presidenciales. Y piensen y mediten antes de otorgar su voto. Porque la crisis económica existe en Europa y ellos no tienen la panacea para suprimirla de un tajo. La crisis continuará, no seamos cándidos. Y ojalá -no quiero ser agorero-, que no suframos un bajón  en nuestras conquistas de bienestar social con ese pretexto. Porque no me extraña que la tijera que, a veces, corta lo que no debe, se le vaya de las manos, no ya a Esperanza, sino al señor Rajoy, y el resto de gastos sociales  vean disminuidas sus prestaciones. Lo de la Enseñanza es un ejemplo claro. Ojo avizor, amigos.