viernes, 9 de septiembre de 2011

LA AVANZADILLA DEL PP COMIENZA CON REBAJAS EN LA EDUCACIÓN

            Este es el aperitivo. Luego vendrá mucho más. Pero Rajoy no se inmuta. Deja que sus subordinados hablen, pero él  mira a otro lado.. Bueno, sí, ha hablado para comunicar que bajará impuestos a los empresarios para  crear empleos. Y hablan en el PP-me refiero al bocazas de uno de sus portavoces, el inefable Esteban González Pons-  de la creación de nada  menos que de 3.5000.000 empleos. Como el que fabrica rosquillas. Y nadie se explica su exuberante fantasía. Esto para empezar; para que los ojos de los parados españoles se  llenen de estrellas. ¿Lo habrán tomado en serio?  Como piensan que las elecciones de noviembre ya las tienen en sus bolsillos... Así de claro. Pero los ”tontitos” españoles ¿se  lo habrán creído? Ellos, los de PP, no van a colocar en su programa lo de cobrar impuesto a los ricos, a sus grandes fortunas. ¿Cómo resolverán esta contradicción?  Claro, claro, a base de recortes que afecten a la gran masa, incluso a la menos favorecida, porque a las grandes fortunas, a los empresarios de importancia, ni tocarlos. Y han comenzado con el sector de la Educación, un sector que debería ser considerado intocable, porque es uno de los pilares básicos de un país. Claro, me estoy refiriendo a la Enseñaza estatal, no a la privada, no a los colegios de religiosos donde se educan  la crema, los hijos de la  encopetada clase de este país. Pues a estos colegios de  primaria, básica y de secundaria, a donde acuden los hijos de la clase baja y media española,  han comenzado a meterle las tijeras. La  elocuente  Presidenta de la Comunidad de Madrid, a la vista de sus comentarios  desfavorables sobre el profesorado, por no llamarlos insultos, ha dado una muestra más de su gran ignorancia sobre el tema. Poco menos los ha tachado de vagos y que la mayoría de los madrileños trabaja más que ellos.  La ignorante Presidenta-al menos en esa materia- no sabe que la jornada de un profesor supera las 37 horas semanales, a lo que hay que añadir las horas de preparación de clases, de  corrección de ejercicios, de lectura de libros, que cada profesor responsable efectúa en su propio domicilio . ¿Cuántas horas a la semana, señora Esperanza  Aguirre, le dedica un profesor, tanto funcionario como interino, a su docencia? Para no ser menos ignorante- también, al menos, en esa materia-, la señora Botella, la esposa del que fue Presidente del Gobierno, el de la guerra de Irak, el amigo de Buss, el que colocaba sus pies sobre la mesa del recibidor, a imagen de su colega americano, también manifestó que cualquiera de los funcionarios del Ayuntamiento de Madrid trabajaba bastante más que un profesor. Y se ha quedado tan fresca. Claro, se referiría, supongo, a los profesores estatales, no a los de los colegios religiosos de la privada, como los de los Legionarios de Cristo Rey, de su admirado y querido Maciel. También la Cospedal ha pensado en esos recortes y otros muchos  para eliminar la inmensa deuda que el anterior Presidente de la Comunidad manchega, el Sr. Barrera, parece  que le ha dejado. Es el principio de lo que se nos viene encima, siempre a la sufrida clase media, sobre cuyas espaldas se cargará este marrón, como siempre sucede. Lamentable. Pues volviendo a lo docente, se pretende imponer más horas de clase al profesorado, evitar los desdobles de grupos y reagrupar alumnos. Grupos de  quince o veinte alumnos, convertirlos en treinta o cuarenta. Si se había logrado ratio de alumnos razonables, donde se podía trabajar con ellos hasta individualmente y  con un rendimiento escolar excelente, ahora volvemos a grupos donde esa labor no puede efectuarse. O sea, clases masificadas y, lo que es peor: que profesores titulares de Lengua o Historia, impartan grupos de otra especialidad, prescindiendo de un personal interino, especialista en esas materias, que tanto ha ayudado a la prosperidad y al desarrollo docente de este país.. Serán miles de interinos los que morderán la amargura del paro, muchos de ellos con muchos años de servicio en  esa Comunidad. Es a otra de las injusticias a la que lleva estos irresponsables recortes. Es decir, cuando íbamos emergiendo hacia una enseñanza más racional y de provecho, retornar al pozo del fracaso escolar, a la ingobernabilidad  docente, al desconcierto en la clase, al rendimiento negativo, a volver  a acercarnos a la cola docente en el panorama europeo. La Educación es el cometido más importante, junto con la Sanidad, de un país, donde se forman sus ciudadanos, la base de su futuro y de su prosperidad. Hay que cuidarla, que mimarla y todo lo que se dedica a Educación, es trabajar por su prosperidad y desarrollo... Cuando iba dando fin a estos pensamientos, me entero que la señora Esperanza Aguirre, a la que no le quito el adjetivo de ignorante, ha rectificado y reconocido  que sus palabras fueron poco afortunadas. De haberlo sabido, no hubiera ofendido, de modo tan lamentable, al profesorado. Sin duda que le habrán advertido de su error  monumental y su despiste en materias de docencia y sobre la labor del profesorado, y no ha tenido más remedio que desdecirse y acudir al sabio romancero, aquel que dice “El que tiene boca se equivoca”, pero no ha dado marcha atrás en lo de la reducción de grupos y  en lo de aumentar las hora de clase al profesorado numerario. Sí ha arremetido contra el señor Rubalcaba –es una de las consignas de los varones del PP-, al que considera  el “responsable máximo del deterioro de la Educación  en España., porque todas las leyes “que ha degradado” la docencia española son responsabilidad suya. Por eso ella quiere elevarlo, aumentando la ratio de alumnos por clase, masificándola y eliminando al profesorado interino en buena parte. Medida sabia sobre uno de los pilares de un país. No es raro y sí muy natural el desconcierto que ha provocado en todas las Asociaciones de Padres de Alumnos y su repudio por tan calamitosa decisión. Yo, como viejo profesor, ya jubilado –a punto de cumplir ochenta años- no puedo menos que lamentar esa cacicada que nos devuelve a mis años de profesor de los años sesenta, cuando llegué a impartir hasta veinticuatro horas de clase. Pero ya ha llovido desde entonces y hace muchos años que las horas lectivas no superaban las 18 semanales en la Enseñanza secundaria. Como cualquier pasado fue mejor, ella trata de rescatar los insufribles viejos tiempos y reducir gastos que irían a otras partidas que ella y sus consejeros sabrán, y dudo que sean más importantes que la  Educación. Espero que los españolitos tengan en cuenta esos recortes sobre lo que más duele a un país en las próximas elecciones presidenciales. Y piensen y mediten antes de otorgar su voto. Porque la crisis económica existe en Europa y ellos no tienen la panacea para suprimirla de un tajo. La crisis continuará, no seamos cándidos. Y ojalá -no quiero ser agorero-, que no suframos un bajón  en nuestras conquistas de bienestar social con ese pretexto. Porque no me extraña que la tijera que, a veces, corta lo que no debe, se le vaya de las manos, no ya a Esperanza, sino al señor Rajoy, y el resto de gastos sociales  vean disminuidas sus prestaciones. Lo de la Enseñanza es un ejemplo claro. Ojo avizor, amigos.


        

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